Tras meses esperándola, al fin tenemos con nosotros la
nueva Nintendo Switch 2. La consola del legendario fabricante japonés es básicamente todo lo que esperábamos y
deseábamos, y aquí una cosa está clara: Nintendo se juega
más de lo que parece.
A priori todo es prometedor. La consola llega con un salto notable en especificaciones que se traducen en lo que le importa a los jugadores: juegos visualmente más atractivos y fluidos. Aquí la firma ha solucionado el problema de la retrocompatibilidad
a su manera, pero una vez más tenemos ante nosotros una máquina en la (afortunadamente) que
los juegos estarán por encima de las especificaciones técnicas.
El enfoque es además especialmente llamativo, porque con la Switch 2 llegan no solo los exclusivos de Nintendo, sino también juegos AAA de primer nivel. Eso la convierte en lo más cercano a
la consola híbrida definitiva, aunque haya algunas malas noticias. O al menos, no tan buenas.
Entre ellas, otra
probable amenaza al formato físico incluso en Nintendo. Pero sin duda la que está generando más debate es la de su precio, que está ya al nivel de sus rivales de Microsoft o Sony y que además no llega solo: juegos como 'Mario Kart World'
costarán 90 euros en formato físico, que se dice pronto.
La consola pronto se podrá reservar —con un
curioso sistema, además—, y será en junio cuando por fin podamos tenerla en nuestras manos. Ahora queda por ver si esas mejoras y las originales propuestas de la firma —con los Joy-Con que se convierten en un ratón, por ejemplo— acaban convenciendo al gran público.